Si dedicas un tiempo a escribir un texto, es porque quieres que otras personas lo lean. Dedicar un momento a ponérselo fácil parece buena idea, ¿no?
Aquí tienes 6 consejos para que tu maquetación de párrafos de texto sea más profesional, estética y favorezca la lectura.
Índice
Alineación del texto.
Hay muchas formas de alinear un texto, pero la más versátil es alinear el texto a la izquierda. Como occidentales nos resulta mucho más sencillo buscar el inicio de la siguiente línea justo debajo de la que estamos leyendo, a una distancia y posición igual a la anterior.
Por otro lado, justificar un texto es más difícil de lo que parece y la aparición de ríos (espacios excesivos entre palabras) dificultaría la lectura si no sabes o no puedes configurarla bien.
Interlineado.
No descuidar la distancia en vertical entre líneas (o interlineado) es clave también. Si es muy poca, el texto dará una sensación demasiado compacta y agobiará leerlo. Si es demasiado amplia, nos encontraremos un espacio donde esperábamos encontrar texto, y perderemos el hilo de lectura. Por eso, lo recomendable suele estar alrededor de 1.2 a 1.5 veces el tamaño de letra. Por ejemplo, si el párrafo está a tamaño 16, el interlineado debería ser 19 (dependiendo de la tipografía usada).
Longitud de línea.
Estamos acostumbrados a leer con una cadencia de saltos de línea que tenemos interiorizada. Por eso, si quieres que tu texto permita seguir ese ritmo mental, te recomiendo que marques una longitud de línea máxima y mínima. La longitud de línea ideal está entre los 40 y los 70 caracteres.
Con líneas demasiado largas nos perdemos a la mitad y nos cuesta encontrar el principio de la siguiente línea. Y las que son demasiado cortas (además de que generan formas de párrafo feíllas) también nos cuesta más entenderlas.
Puedes hacer pruebas de esto con un texto falso si quieres, aquí tienes más información sobre ellos.
Partición de palabras.
¿Sabías que la partición de palabras no se aconseja salvo en casos concretos? Por eso, si tienes la opción de desactivarla, hazlo.
Si no es posible, al menos vigila que no haya más de dos líneas seguidas con una palabra partida. Y como consejo pro: configura también que haya al menos 3 o 4 letras antes del salto de línea. Así, facilitarás a quien lea a intuir qué palabra es antes de pasar a la siguiente línea y no se romperá el ritmo de comprensión.
Interletrado.
A veces se separan o juntan las letras por motivos estéticos. Y no es malo en sí, en titulares y frases cortas puede funcionar, pero en textos largos cansa y ralentiza la lectura, por lo que conviene no modificar el interletrado original de la fuente.
El objetivo es absorber toda la información y por lo tanto, poner fácil al cerebro la lectura siempre es buena idea.
Contraste de color.
Comprueba que el texto tenga suficiente contraste con el fondo, cuanto menos contraste, más esfuerzo hay que hacer en la lectura. Quizá no sea un esfuerzo consciente pero se sigue haciendo, y para las personas con dificultades de visión o lectura supone un esfuerzo extra. Puedes usar herramientas para comprobar que hay suficiente contraste de color como las que te recomiendo en este artículo sobre paletas de colores.
Como consejo personal, comprueba que se vea bien el texto entero si está sobre una foto (siempre tienen alguna mancha de luz o sombra traicionera).
Por otro lado, para la lectura en pantallas, se recomienda evitar el negro puro y el blanco puro, ya que cansan nuestra vista más rápido. Lo mismo ocurre con letras claras sobre fondo oscuro.
Esto es todo por ahora, ¿te animas a aplicar estos consejos al maquetar texto?